lunes, 21 de diciembre de 2015

TEMA 7: ESTRUCTURAS Y CARROCERÍAS DE VEHÍCULOS

Buenas chavales, nos encontramos otra semana más en este blog para hablar sobre los elementos amovibles y fijos no estructurales. Hoy en concreto vamos a hablar sobre la carrocería de un vehículo, sobre su estructura y la manera correcta de identificación del mismo.

Lo primero de todo vamos a hablar sobre los tipos de chasis o estructuras de los que podría estar compuesto nuestro vehículo. 

Un chasis es el elemento estructural que se encarga de soportar los esfuerzos estáticos y dinámicos del vehículo. Por otro lado, la carrocería son un conjunto de planchas metálicas que están unidas entre si y que está destinado para servir de habitáculo tanto a personas como a sus mercancías.

Chasis en H o escalera:

Los vehículos pesados como camiones y autobuses usan una carrocería formada por dos estructuras que son chasis y la carrocería. Los chasis independientes utilizan un chasis rígido que soporta todo el peso, las fuerzas del motor y de la transmisión, por tanto en este aspecto la carrocería tan apenas interviene.
Los primero vehículos del 1900 si que empleaban esta técnica de construcción pero con el tiempo se fue perdiendo. A día de hoy la siguen utilizando algunos vehículos pesado o para usos industriales. En un principio empezaron siendo de madera pero con el paso del tiempo fueron utilizando el acero.

Chasis plataforma:
Se trata de un chasis aligerado que lleva la plataforma unida por soldadura y que en la mayoría de casos se utiliza en pequeñas furgonetas. En este modelo la carrocería es independiente y se une a la propia plataforma con tornillos o soldadura. 

En este caso la carrocería también tiene poca o ninguna función, ya que tan solo con el propio chasis el coche podría circular ya que no necesita de otros elementos de apoyo debido a que el conjunto de partes mecánicas lo soporta la propia plataforma.

Chasis tubular o superligera:
El tipo de chasis tubular, es un tipo de chasis utilizados en vehículos clásicos deportivos de mediados del siglo XX. Esta técnica utiliza como estructura del vehículo una red de finos tubos metálicos soldados, recubiertos con láminas metálicas. De esta manera se consigue una carrocería muy rígida y resistente a la vez de tener un peso muy bajo. 
Como contra, tiene que el periodo de fabricación es laborioso y bastante caro. A día de hoy se siguen haciendo chasis de este tipo en vehículos deportivos de alta gama y que por lo general se siguen haciendo a mano.


Chasis autoportante:
Es el tipo de chasis más utilizado. La carrocería autoportante es una técnica de construcción de chasis en la cual la chapa externa del vehículo soporta parte o toda la carga estructural del vehículo, se compone de un conjunto de bastidor y carrocería unidos entre sí.
Tras la Segunda Guerra Mundia, la carrocería autoportante se fue difundiendo. Actualmente, casi todos los automóviles se construyen con la técnica de monocasco. En los vehículos modernos, hasta los cristales forman parte de la estructura del vehículo y de esta forma le dan rigidez al conjunto de la estructura.

Chasis wishbone o columnar:
Este tipo de chasis tiene este nombre por que intenta de alguna manera que el conjunto de todo el chasis parezca el de una columna. Se utilizó a mediados de los años 90. A día de hoy no se fabrica en masa, es decir, que no son coches de fabricación en línea. Lo que se buscaba y se busca con este tipo de chasis es unir el eje trasero del vehículo con el delantero del mismo.


Ahora vamos a hablar sobre las posibles distribuciones mecánicas.

Distribuciones mecánicas suena un poco más complejo que en lo que verdad es, ya que significa en qué lugar se encuentra el motor de un coche. Podremos encontrar con motor delantero, trasero y central. Cada uno tiene sus pros y sus contras, lo vamos a ver a continuación.

Delantera:
Se trata de situar de el motor en la parte delante del vehículo, en su morro, justamente debajo del capó. Al colocarlo en esa parte se obtienen una serie de ventajas como que nos ¨protegería¨ de un golpe frontal, como que se puede refrigerar mucho mejor y como que es más económico y práctico. 
A la hora de sus contras podríamos decir que la fuerza motriz se sitúa en la parte delantera del vehículo que es donde se encuentra la mayoría del peso y que el coche podría patinar en las ruedas motrices si pusiéramos debajo del capo muchos caballos encerrados.
Este tipo de configuración es la típica de los vehículos con tracción delantera. Ya sabemos que puede ser delantera, pero además de colocar el motor adelante también se puede situar de manera longitudinal y de manera transversal.
El de manera longitudinal suele ser el de los coches de tracción trasera pero que tienen el motor delante, de esta manera se reparten mejor los pesos. Los vehículos del tipo bmw suelen ser los que los llevan.
Por otro lado el de manera transversal no lleva el motor hacia el culo del coche, si no que lo tiene de lado a lado del coche, de esta manera hace que el morro sea más corto y que la caja de cambios se pueda situar en la parte delantera junto al motor, no como en los motores longitudinales, donde esta va detrás del motor.


Trasera:
Este tipo de vehículos llevan el motor en el maletero, bueno ya no es un maletero, ya que el nuevo se encuentra en el capó del coche. Antiguamente los vehículos eran construidos de esta forma pero con el paso del tiempo se fue cambiando. Al tener el motor atrás y la fuerza motriz también atrás aprovechan mejor los esfuerzos y permiten conseguir buen rendimiento. Su problema es que no se refrigeran tan bien y por lo tanto tienen que llevar rejillas para mejorar en este aspecto.


Central:
Este modelo en una versión del trasera, pero que posee el motor delante del eje trasero, mientras que el que es trasera lo lleva detrás del eje. Esto tiene un sentido, como casi todas las cosas de la mecánica y es que situándolo allí se centra el centro de gravedad y obtenemos una mayor estabilidad que nos permite ir más rápido y más pegados al suelo. Por tanto el tipo de coches que llevan esta configuración son reducidos y son los superdeportivos que necesitan de esta estabilidad para poder adaptar la conducción.


Distribución de volúmenes:
La carrocería de nuestro coche puede tener diferentes formas y por tanto diferentes volúmenes en los que se divide, desde los monovolumenes hasta los que poseen 3 volúmenes. Esto último quiere decir que dependiendo del tipo de coche que vayamos a construir tendremos un coche con más o menos volumenes dependiendo del tipo de estructura que queramos para este.
En el volumen delantero normalmente esta el motor y por medio de un separador que es lo que llamamos salpicadero llegamos al segundo volumen o volumen central. Por último tenemos en volumen trasero en el que en la mayoría de vehículos encontraremos el maletero, lugar donde guardaremos o transportaremos la mercancía.
El monovolumen dispone del lugar de acogida del motor dentro del habitáculo o segundo volumen, pero al ser un monovolumen y de únicamente tener un volumen no posee una separación entre ambas.


En los vehículos de 2 volúmenes se encuentra la diferencia en la cola o tercer volumen y sobre todo en la separación del segundo al tercer volumen ya que hay muchos coches que no la tienen y por tanto no se aprecia la diferencia del habitáculo de pasajeros del maletero. En ocasiones hay coches que son de 2 volúmenes y medio, este medio es debido a que detrás del habitáculo para pasajeros, la cola o maletero resalta un poco, pero sin llegar a existir del todo.

Los vehículos de 3 volúmenes disponen de de los 3 muy diferenciados y no hay ningún tipo de problemas a la hora de identificarlos. 

Dependiendo de la disposición de volúmenes y de el aspecto que el fabricante quiera darle al vehículo encontraremos vehículos de muchos tipos diferentes y formas variadas.


Identificación de vehículo:

Para estudiar el tipo de carrocería que tiene un automóvil es totalmente necesario el identificar correctamente a este. Esta normativa se encuentra regulada por la normativa internacional o si no, por la codificación interna de cada fabricante.
El número para la identificación internacional de vehículos se llama VIN. Mediante este código se identifica tanto vehículo como el fabricante, modelo y la fecha de fabricación. Son 17 caracteres tanto letras como números que se sitúan en una parte visible del coche.
Las 3 primeras cifras nos hablan del constructor a nivel mundial. Las 6 cifras siguientes son para el código de homologación del vehículo (VDS). Y por último, las 8 cifras se usan para el número de serie de vehículo (VIS).


Contraseña de homologación:

Esta contraseña aparece en la tarjeta de la ITV que tendremos que llevar en nuestro vehículo para poder conducirlo por una vía pública. Se trata de un código mediante el cual se da la conformidad de que el vehículo que la posee puede circular por vías intraurbanas.

Un tipo de código que podríamos encontrar sería: e6*92/53*0025*00
La ¨e¨ significa que la Unión Europea. 
El número identifica el país de homologación: 1 Alemania, 2 Francia, 3 Italia, 4 Países Bajos, 5 Suecia, 6 Bélgica, 9 España, 11 Reino Unido, 12 Austria, 13 Luxemburgo, 17 Finlandia, 18 Dinamarca, 21 Portugal, 23 Grecia, 24 Irlanda
El 92/53 es la directiva de aplicación.
El 0025 es un número de homologación.
Y el 00 es un número de modificación o de la revisión desde la homologación inicial del vehículo.




Por último vamos a hablar un poco sobre el cambio que a habido a lo largo de los años y de cómo este a afectado a la construcción de las carrocerías.

Los primero automóviles de los que se tiene constancia son de una serie de carromatos, es decir carros tirados por animales pero que por cerca del 1760 se les incorporó un motor de vapor que les daba esa autonomía animal. Al comienzo de la automoción tan apenas se invirtió tiempo en la carrocería o exteriores del vehículo si no que solo se trataron temas de mejora mecánica . 

En un principio los automóviles poseían su bastidor de madera formados por dos tablones, con el paso del tiempo la madera fue perdiendo fuerza y se fue empezando a utilizar los aceros ya que eran mucho mas resistentes y rígidos frente a la débil madera. Estos primero coches se hacían mediante acero, algo de madera, un motor de combustión interna y una carrocería de chapa y madera, con formas muy angulosas y poco aerodinámicas ya que por esos años no se conocían otros métodos de trabajo alternativos.

Con el paso de los años y con la evolución de la ciencia sobre todo se fueron incorporando mejoras a los coches hasta el día de hoy, donde todos los chasis son de acero o aluminio y donde la madera ha quedado en un segundo punto de vista y solo está presente en los vehículos de más alta gama y su única utilidad es meramente decorativa.

Con esto terminamos ya por hoy. A la vuelta de navidades os volveré a traer nuevo contenido al blog, pero por ahora nos damos una pausa mutua para la vacaciones. A disfrutar y FELIZ AÑO NUEVO!


jueves, 10 de diciembre de 2015

TEMA 6: REPARACIÓN DE DAÑOS EN CARROCERÍA

Buenas chavales nos encontramos hoy en la sexta entrada de contenido teórico de este blog, en ella hablaremos sobre la forma de reparar golpes, sobre la importancia que pueden tener un golpe u otro, además de las herramientas que utilizará un artesano carrocero para llegar a obtener un resultado óptimo.

IMPORTANCIA Y CLASIFICACIÓN DE DAÑOS:

Lo primero de todo hay que saber que la estructura de nuestro vehículo será de acero, puede que en algún caso sea de aluminio, pero no es lo más común que entrará por la puerta de nuestro taller. El acero a la hora de recibir un golpe o impacto, también llamado deformación, no actúa de igual manera. Si la deformación no es muy grande y por tanto no supera el límite elástico del material, este volverá a su posición anterior y no quedará ninguna marca sobre su superficie.

Si por el contrario la fuerza de la deformación es mucho mayor y pasamos el punto elástico esta zona de material quedará deformada, hasta que se trabaje sobre ella para darle la forma requerida o bien se sustituya por otra nueva.

Debido a que no existen dos tipos de golpes exactamente iguales, o sería muy raro que se diera el caso, hay por tanto que situar unos criterios para saber diferenciar que es un golpe grave del que no lo es, o lo es menos. Dependiendo de lo afectado que este un material y sabiendo clasificar el golpe dentro de la escala de reparación conseguiremos saber la cantidad de materiales que necesitaremos, las horas aproximadas que deberemos dedicar y por consiguiente si es mejor cambiar la pieza entera o bien dedicarle tiempo y arreglarla.



Teniendo en cuenta el perfil de la superficie afectada, de la extensión de los daños, lo difícil que sea acceder a la zona en cuestión, si se puede hacer con herramientas normales o requiere de equipos más especiales y en función si hay que dañar la pintura se pueden clasificar los daños en tres niveles.

1- Enderezado de superficies fácilmente accesibles, utilizando herramientas o métodos los cuales no dañan la pintura superficial.

2- Enderezado u otra operación en elementos de chapa, en zonas cercanas a superficies perfiladas, es decir, cantos o esquinas que requieran de herramientas especiales además de equipos especiales como son la soldadura con alambre continuo o un desabollador automático.

3- Reparación de superficies con daños de nivel 1 y 2 que necesiten utilizar equipos hidráulicos o varias reparaciones del nivel 2 en una misma zona de la chapa.




MÉTODOS DE IDENTIFICACIÓN:

Para realizar el diagnóstico previo a la reparación hay que inspeccionar el daño, que por lo general se podrá ver a simple vista, pero hay otra serie de formas de identificar un daño.

Mediante la detección visual: Es la forma más común y la que utilizaremos en la mayoría de casos. Para ayudarnos en este proceso deberemos situar la chapa debajo de una fuente de luz, ya sea el sol o una bombilla, lo preferible es usar un tubo fluorescente el cual nos ayudara mejor a ver las anomalías que pudiera tener la chapa. Dependiendo de cómo sea el golpe la luz rebotará de una manera o de otra sobre la superficie. Si no hay golpes las líneas se verán de forma paralela, si por el contrario si que existe un golpe se podrá diferenciar que las líneas convergen o se alejan unas de otras.



Mediante la apreciación al tacto: Este proceso se usa de la siguiente forma, hay que empezar a pasar la mano por un trozo de chapa no afectado y sin levantar la mano pasarla a lo largo de la chapas hasta pasar por encima de la abolladura hasta que se llegue a otra punto de la chapa el cual no tenga deformación. Para casos más concretos se debe de utilizar la mano izquierda, que da una sensación mayor.


Mediante el peine de formas: El peine de formas es una herramienta que posee una serie de varillas, muchas, las cuales se mueven de manera uniforme de arriba hacia abajo, por lo que si las pasamos sobre un golpe en la chapa, sus varillas se moverán y de esta forma podremos apreciar la deformación en el que caso en que la hubiera.



Mediante lijado o limado: Este proceso se lleva acabo mediante la herramienta garlopa o lima de carrocero. Se consigue dando una serie de pasadas por encima de la zona afectada, sin hacer mucha fuerza, pero de esta forma se consigue diferenciar mejor la zona afectada.




HERRAMIENTAS DEL CHAPISTA:


ACTIVAS:

Su utilidad es reducir el desperfecto por medio del batido continuado en dirección contraria a la fuerza que lo provocó hasta que desaparezca la deformación.

Martillos: Se utilizan para que la fuerza de confortación del martillo iguale la superficie con el fin de repararla. Para aplicar los golpes de martillo se utilizan las sufrideras. Dependiendo del tipo de reparación a realizar se usa un martillo u otro. Se diferencian por sus tamaños, formas y materiales. Si se necesita dar forma a una zona muy grande o que ha sufrido mucho desperfecto se utilizan mazas o martillos más pesado, mientras que si necesita repasar el acabado utilizaremos martillo más pequeños, con el mango mas corto y con la cabeza plana y más pequeña lo que nos permitirá obtener un mejor resultado.

Dependiendo de la deformación que tengamos delante y de cómo la queramos reparar utilizaremos nuestro martillo de diferentes formas. Si necesitamos reducir desperfectos grandes el movimiento que haremos con nuestro martillo empezará en el codo y haremos el movimiento de un resorte. Si por el contrario necesitamos rematar el trabajo, utilizaremos otra martillo y el movimiento que haremos con él, vendrá en su totalidad de nuestra muñeca.



A la hora de tratar la chapa con el martillo, la cabeza de este siempre tiene que asentarse en la chapa es decir, ir horizontal a ella, en ningún caso pegar de lado con la cabeza del martillo ya que lo que produciremos sobre la chapa serán imperfecciones y muescas. 

Espátula de carrocero: Tienen forma rectangular o de media caña, se adaptan a zonas planas o cóncavas. Su función también es la de eliminar tensiones y se podría dar algún caso en el que recogiéramos chapa con ella.




PASIVAS:

Son herramientas que utilizamos para delimitar el efecto de golpe que se genera al tratar la superficie dañada. Si tenemos espacio detrás de nuestra chapa utilizaremos tases, si por el contrario nos disponemos de este espacio utilizaremos unas herramientas estrechas y alargadas que se llaman palancas de cuchara.

Tases o Sufrideras: Piezas robustas de acero, su función es recibir el golpe, centrando más la fuerza del golpe para ir dándole forma. Dependiendo del tipo de trabajo y sobre todo del espacio que poseamos para trabajar dependerá el tipo de tas que utilizamos, ya que disponemos de un amplio set de herramientas de este tipo.


Palancas de cuchara: Son útiles alargados de acero que poseen dos extremos con los que se puede trabajar y que nos permiten acceder a zonas complejas con la que con los tases no somos capaces de llegar. Hacen la misma función que el tas pero para espacios más concretos. Poseen empuñadura y dos superficies de trabajo, por su versatilidad son muy usadas.




HERRAMIENTAS DE CONTROL DIMENSIONAL:

Galgas de franquicias: Como ya os conté en la anterior entrada, os puse una serie de herramientas de control dimensional y por eso, en esta entrada añadiré alguna más. Las galgas de franquicias nos permiten calcular el espacio que hay entre dos superficies mediante prueba y error. Están formadas por un abanico de láminas de acero finas las cuales van variando en grosor.




Peine de siluetas: Como dije antes es una de las herramientas que debería utilizar todo carrocero. Nos permite de una manera muy sencilla comparar dos superficies del vehículo para ver si ambas están igualadas. Está compuesto por una serie de varillas que oscilan en función de la superficie por la que pasan de abajo a arriba.



Flexómetro: Al fin y al cabo una regla muy larga pero que nos permite la movilidad más rápida debido a que es autoplegable y otra de las principales ventajas es que, como su propio nombre indica, es flexible y nos permite adaptarnos a formas o posiciones de trabajo que con la regla metálica no podríamos acceder.


Plantillas: Mediante estas últimas podremos calcar el trazado de una pieza que queramos obtener o copiar para que este proceso sea realizado de forma cómoda. Su utilidad sobre todo es la de ahorrar tiempo, ya que evita pérdidas de trazado.




Bueno chavales, con esto termino esta entrada, espero que os sirva para identificar posibles golpes que pueda sufrir la carrocería de vuestro coche. Un saludo y la semana que viene nos vemos con más!

jueves, 3 de diciembre de 2015

TEMA 5: MECANIZADO BÁSICO

Buenas chavales el tema de esta semana trata sobre el mecanizado básico, trataremos temas de limado, taladrado, roscado, trazado, etc... Esta será una de las entradas más largas que os habré traído hasta la fecha, espero que os sea útil y os sirva para futuras aplicaciones. Vamos a ello.


TRAZADO:



El trazado es toda aquella operación previa a cualquier otra de mecanizado y mediante la cual haremos referencias o cotas sobre nuestro material para posteriormente proceder a su mecanizado. De un buen trazado dependerá en gran medida el resultado final de nuestra pieza. Vamos a hablar un poco más de los útiles que utilizaremos a la hora de trazar.



Punta de trazar: Se trata de una varilla de acero fundido en la mayoría de caso el cual tiene los extremos afilados. Es de forma cilíndrica y posee una superficie rugosa para que de este modo sea fácil de utilizar.




Gramil: Es un instrumento el cual su base es plana y normalmente de fundición, posee un vástago vertical a la base el cual tiene anclado a él una punta de trazar. Su función es trazar líneas paralelas a diferentes alturas respecto a la base sobre la que se apoya.



Granete: Se trata de una especie de punzón hecho de acero templado y que posee una punta cónica. La utilidad que le podremos dar a este instrumento es la de marcado mediante un martillazo en la pieza que queramos mecanizar. Nos servirá como muesca a la broca de nuestro taladro por ejemplo para que esta no patine sobre la superficie del elemento a trabajar.


Compás: Es un compás como el que podríamos utilizar sobre papel pero con la peculiaridad que es de metal sus patas. Antes de clavarlo en el material, deberemos hacerle un pequeño orificio con el granete para que la pata que introduzcamos no patine a la hora de girar. Además de trazar circunferencias con él, podremos transportar medidas de objetos de un lado a otro.



A la hora de trazar utilizaremos apoyos como mármol que es una mesa de fundición para trabajar sobre ella, escuadras que todos conoceremos del dibujo lineal y en algunos de calzos.



Hay dos maneras de trazar, una manera es lo que se llama trazado plano y se utilizar para piezas de poco grosor, solo trazaremos por un lado de la pieza. Por el otro lado tenemos trazado al aire, en el que trazaremos todos los lados que requiera nuestro boceto o croquis con el fin de dar una vista tridimensional al trazado.

Si conseguimos un buen trazado, ya tendremos parte del trabajo que nos quede por realizar bien hecho ya que de este paso depende en gran medida el resultado final de nuestra pieza. El trazado siempre hay que realizarlo de una sola pasada ya que de esta manera obtendremos un óptimo resultado.



SERRADO:

El serrado consiste en una operación de corte mediante arranque de viruta que permite cortar o separar un mismo material en varios trozos. Este proceso se da acabo mediante sierras.

El que realiza este proceso al fin y al cabo es la hoja de la sierra, esta es un elemento muy común en los centros de mecanizo y básicamente en cualquier taller. Se trata de una hoja flexible de acero templado la cual una de las caras es plana a la cual llamamos dorso y la otra parte es la que posee los dientes, que es la que realiza la función de corte.

Hay hojas de serrar que solo tienen dientes por un lado y que están en su totalidad templadas lo que las convierte en elementos más frágiles, por otro lado tenemos la hojas bilaterales las cuales son más flexibles pero sus dientes de ambos lados están tratados para endurecerlos y de este modo cortar de una mejor forma sin deformarse.    
                                                         
El proceso de serrado debería comenzar con un trazado sobre la pieza para de este modo saber en todo momento por donde debemos guiar nuestro corte. Elegir posteriormente el tipo de hoja que vamos a utilizar ya que no todos los materiales se comportan de igual manera y tampoco generan las mismas virutas y por lo tanto tendremos que elegir la hoja con precaución a la tarea a realizar. Hacer más fuerza en la ida que en la venida de la sierra de este modo no la sometemos a tan alta presión y dejamos que se desprendan las virutas de los surcos. 

Como es obvio deberemos de situar nuestra pieza en algún tipo de soporte que nos permita sujetarla de una forma correcta, en caso de situarla en un sargento de banco intentaremos colocarla de tal forma que no sufra muchas vibraciones con el fin de generar pocas molestias durante el serrado. En el movimiento de corte hay que hacer que la hoja de dientes se recorra entera es decir no a mitad de recorrido volver para volver a ir hacia adelante si no que completar el movimiento de corte. Si cortamos un tubo o cilindro con una sierra, este tendrá que ir girando mediante vaya avanzado el corte.

Siempre hay que dejar un pequeño margen respecto al trazado ya que ese último acabado lo daremos mediante limado, otra de las operaciones de mecanizado básico que trataremos hoy. Si se requiere habrá que lubricar la hoja de la sierra para no dañarla y cuando estemos apunto de finalizar el corte no ejercer tanta fuerza como al principio para no dañar la pieza.

Otra cosa a tener en cuenta es la posición de nuestro cuerpo, esta tendrá que ser cómoda para nosotros pero a su vez tendrá que darnos una estabilidad y una fuerza necesaria para poder realizar bien el proceso.





Este proceso lo llevaremos acabo con la sierra de arco, una herramienta manual y que es valida para operaciones que requieran de precisión ya que si no acudiremos a usar las herramientas automáticas las cuales nos permiten una capacidad de trabajo mucho mayor tanto en rapidez como en utilidad. Estas otras herramientas las podremos encontrar con accionamiento neumático o eléctrico dependiendo del modelo de herramienta.

Sierra caladora: Es una máquina eléctrica en la mayoría de casos que permite realizar un corte en diferentes tipos de materiales desde plásticos hasta metales no extremadamente duros, su movimiento es de sube y baja perpendicular al objeto a cortar. Nos permite hacer cortes en diferentes sentidos y direcciones.



Sierra circular: Este tipo de sierra solo nos permite realizar cortes rectos pero prácticamente en cualquier metal, la podemos encontrar de tipo eléctrico o de tipo neumático. Sus motores giran a grande revoluciones y permiten un buen acabado. Dependiendo del metal a cambiar habrá que modificar el disco de corte de la misma para así conseguir el acabado óptimo que buscamos.


Sierra de vaivén: Lo normal en este tipo de modelo de herramienta es que su accionamiento sea neumático. Es una herramienta que se caracteriza por su corte preciso y que permite realizar el mismo en diferente direcciones. Como casi todas las herramientas neumáticas tiene una especie de palanca la cual sirve de elemento de seguridad impidiendo la activación de la herramienta de manera no deseada.


A la hora de realizar cortes con estas herramientas hay que tener cuidado con ellas y recordar en todo momento que son herramientas bastante rápidas en la ejecución de sus movimientos y que con un descuido o mediante un mal uso podemos llegar a dañar sus hojas de corte, o lo que es más peligroso podríamos llegar a dañarnos nosotros. Siempre hay que utilizar la herramienta adecuada con sus accesorios adecuados para cada tipo de material y ser cuidadoso con el procedimiento.



Pasaremos ahora a hablar un poco sobre el control dimensional, que nos os tire para atrás este nombre, control dimensional se refiere a las herramientas que utilizaremos en el taller para conseguir las medidas, espesores, ángulos, etc.. de nuestras piezas. Vamos a ello.


CONTROL DIMENSIONAL:

Regla: Me parece que no hace falta profundizar mucho en este elemento. Como todos sabemos la regla consiste en un rectángulo de proporciones exactas la cual nos permite trazar líneas de forma recta, conseguir medidas de un objeto en particular, llevar las medidas de nuestro croquis a nuestra pieza, etc. En el taller usaremos reglas de metal ya que una de plástico tendría las horas contadas dentro de un taller de carrocería.



Calibre o Pie de rey: El calibre es una de las herramientas más importante que tendremos a nuestro alcance y que necesita de una correcta ejecución y de una correcta manipulación ya que es una herramienta muy delicada y se recibiera algún golpe fuerte lo más probable es que acabara en la basura. Con el calibre podemos medir espesores, tiene otra parte que permite medir secciones dentro de un cilindro, por ejemplo. Lo podemos encontrar con medición manual o con medición automática mediante una pantalla digital.


Micrómetro: Otra de las herramientas que hay que tratar con delicadeza es el micrómetro. Es una herramienta la cual nos permitirá tomar medidas de objetos en valores de centésimas y de milésimas de milímetro. Esta se utiliza normalmente en talleres más específicos del sector como en talleres de mecanizado o en taller donde se rectifiquen culatas, se comprueben los arboles de levas, pistones y otros elementos de la distribución.




Reloj comparador: Otra herramienta delicada y que nos permite transformar el movimiento de su vástago en movimiento circular de sus agujas, de ahí el nombre de reloj comparador. Mediante la oscilación de su vástago, por mínima que sea podremos obtener una variación apreciable en las agujas. Su utilización se especifica también en talleres muy concretos y donde se requiere una precisión milimétrica.




LIMADO:

Es una operación cuyo propósito final es devastar el objeto de forma que pierda las virutas que no deseamos o para dar una forma superficial más concreta. Mediante las limas procedemos al efecto de limado, se pueden limar tanto zonas planas como curvas, interiores o exteriores.



Las limas son unas barras de acero templado las cuales tienen marcadas un picado, que so una serie de dientes que le da forma a la cara de la lima y que permite la acción de limar. La parte de la cola de la lima va incrustada en su mango que puede ser de madera o de plástico. Las limas se clasifican según su forma, tamaño, picado y grado de corte.

Según su forma pueden ser planas que sirven para trabajar sobre superficies planas, las triangulares que se utilizan para superficies planas y para ángulos superiores a 60 grados. Las cuadradas se pueden usar en exteriores e interiores y sobre perfiles a 90 grados. La de media caña se usa para superficies planas y cóncavas y por último las redondas en superficies cilíndricas. 



El tamaño de la lima viene indicado de forma común por pulgadas y las que más predominan son las de 6, 7 y 8 pulgadas.

Según su picado las limas pueden ser simples o de doble picado. Las simples su picado es de unos 60 o 75 grados. Las de doble picado tienen una inclinación diferente según el borde de la lima que tomemos como referencia uno es de 40 a 45 y en el otro de 75 a 80 grados.

El grado de corte de las limas viene dado por la cantidad de dientes que tiene por centímetro cuadrado, empezando por los 6 dientes por centímetro cuadrado de las ásperas hasta los más de 16 dientes por centímetro cuadrado que tiene la extrafina. Dependiendo de la cantidad de material que queramos arrancar de nuestra pieza tendremos que elegir que tipo de grado de corte elegir.



Hay unos tipos de limas que son menos comunes y por eso las llamamos especiales. Entre ellas están la garlopa, que es una lima que tiene un picado curvo que le ayuda a sacar la viruta con más facilidad y la lima de carrocero o lima de repasar chapa, ambas son muy usadas en carrocería y la última se utiliza para el desabollado y alisado de la chapa.



En todo proceso de limado tendremos que tener en cuenta que nuestro tornillo de banco sea cómodo para nosotros y que nos vaya a facilitar el trabajo. La pieza como ya comentamos antes tiene que estar trazada para de esta forma saber hasta que punto tiene que llegar nuestro limado, además tendrá que estar limpia. Se aconseja también que entre la pieza y el banco de trabajo haya algún material de tal forma que ni raye ni deforme nuestra pieza, hay que asegurarse de que la pieza está bien sujeta para que no produzca vibraciones a la hora del limado.

Como sucedía antes hay que tener en cuenta en que material vamos a trabajar nuestro objetivo con el mismo y además la lima que vamos a utilizar ya que de estos factores dependerá nuestro trabajo final. Hay que conservar una posición como ya ocurría en el aserrado y solo hacer presión sobre la lima en el avance el cuerpo tiene que estar semi flexionado y con una mano aguantaremos el mango y con la otra guiaremos a la lima en su movimiento.

Dependiendo de cómo sea el material el movimiento de presión de la lima podrá ser solo en el avance como sucede con los metales duros y en el caso de los metales blandos en la vuelta de la lima aprovecharemos para que esta se limpie. 

Al cambiar el ángulo y la posición de la lima nos adaptaremos a los requerimientos de la pieza que vayamos a limar, siempre adaptándonos al adecuado para conseguir un buen acabado

Respecto a los cuidados que hay que darles a las limas además de los peligros que estas conllevan hay que tratar el tema del mango, este tiene que estar perfectamente fijado a la lima ya que si no podría generar graves lesiones. Las limas hay que limpiarlas con una especie de peine que se llama carda, tiene una serie de pelos metálicos y nos permite la correcta limpieza de nuestra lima, si se necesita hacer un trabajo ¨más fino¨ acudiremos a frotar la lima con tiza, sobre todo en materiales muy blandos como son el cobre o el aluminio.


TALADRADO:

Es un tipo de acción de mecanizado la cual mediante el arranque de viruta consigue llegar a hacer agujeros con forma circular o en algunas ocasiones cónica mediante las brocas, que son los elementos de corte que utilizaremos en este apartado.

Según la forma en la que taladremos podremos con seguir un taladrado pasante, es decir que atraviesaremos la pieza de lado a lado, ciegos, que solo aremos un agujero, sin llegar a pasar al otro lado y avellanados que consiste en hacer un rebaje en forma cónica en el borde de un agujero, esto se consigue con la fresa para avellanar.


La broca es elemento de forma helicoidal que utilizaremos para nuestra tarea de taladrado. Están hechas por aceros templados que hacen que sean muy duras y tiene unas acanaladuras para que de esta forma la viruta salga por ellas y de esa manera evitar sobrecalentamientos debido a rozamientos que no queremos que ocurran. Hay algunos tipos de brocas que se les hacen una serie de tratamientos superficiales de tal forma que soportan más altas temperaturas y de esa manera pueden perforar materiales mas resistentes.

Las mejores brocas por excelencia son las brocas HSS de cobalto las cuales permiten trabajar encima de cualquier metal a altas velocidades de corte, no necesitan de refrigerante y generan un alto rendimiento.

Broca HSS


Los tipos de brocas que hay son muchos y cada uno tiene su función especial dependiendo de que material se vaya a perforar con ellas.

Las de vidrio son constituidas por un cuerpo que en su extremo tiene una placa muy afilada que permite la perforación, cada poco tiempo tienen que afilarse.

Las brocas de madera tienen en la parte de la punta una punta de centrado rectificada y corta más. 

Las brocas de usos múltiples, poseen la cabeza de un material llamado vidia el cual es muy resiste a la temperatura y gracias a su forma helicoidal permite una buena extracción de polvo, normalmente se utilizan para taladrar ladrillo, cemento, etc...

Las brocas con conductos de refrigeración internos el refrigerante llega directamente a los labios para enfriar la propia broca además de la superficie de taladrado, su característica es que genera una viruta pequeña. 

Las brocas cónicas son un tipo de brocas el cual conforme va avanzando la broca en su camino se va ensanchando el agujero. 

La broca universal para fresar es una broca que su hélice es muy corta y por encima de esta se encuentra una serie de hilos para fresar que permite cortar con libertad. 

Las brocas para puntos de soldadura, son aquellas que se parecen a las brocas de madera ya que lo que se pretende no es romper la chapa si no solo penetrar en lo que es en si la soldadura. 

Las brocas para avellanar mediante este tipo de brocas conseguimos taladrar y a su vez hace un avellanado superficial. 

Broca de corte cónico necesitan de un refrigerado ya que se calientan bastante pero permiten hacer el taladrado de una sola vez y no generan rebaba. 

Las brocas cónicas escalonadas son como las anteriores pero no es constante el movimiento de penetración si no que va avanzando poco a poco. 

Broca para puntear su función es marcar centros de piezas que se van a tornear. 

Coronas, se utilizan para hacer agujeros de gran diámetro.







Las taladradoras que son las que llevan incorporadas las brocas pueden ser o bien portátiles o bien fijas.

Las portátiles pueden ser eléctricas o neumáticas, las neumáticas son más silenciosas y mejores, pero tienen el inconveniente de que necesitan un circuito de aire comprimido y que esté perfectamente lubricado. Por otro lado las eléctricas tienen una mayor movilidad ya que hay modelos que tienen una propia batería en ellas y que no necesitan de cables ni de enchufes, otro inconveniente que tienen es que al ser eléctricas pueden tener fallos de cortocircuito y su motor puede verse seriamente daño.



Las brocas en estas taladradoras van en un porta brocas que puede ser automático o manual, al fin y al cabo no es mas que 3 mordazas que aprietan la broca con la camisa impidiendo su movimiento. No son muy fuertes en cuanto a revoluciones y fuerza hablamos pero lo bueno de estas es su movilidad que permite llegar a sitios en las que otras no pueden llegar. Hay un modelo de estas que son percutoras que a su vez de rotar también tienen un movimiento alternativo y permite taladrar materiales como el cemento o el hormigón.

Taladro a percusión


Las taladradoras fijas tienen los elementos parecidos o prácticamente iguales a las portátiles pero con la diferencia que tienen una mayor comodidad de trabajo y una mayor precisión, mediante unas poleas se puede modificar las velocidad de la broca. Las sensitivas son generalmente de sobremesa y las de columna se apoyan directamente en el suelo.


Las taladradoras fijas al poder utilizar brocas de mayor diámetro hay que retirar el portabrocas y en su lugar situar la broca nueva a usar en donde estaba el cono morse. Tienen una serie de ventajas frente a los otros tipos de taladradoras y es que pueden programarse para que hagan el trabajo solas, pueden llevar iluminación, girar en ambos sentidos, etc...






El proceso de taladrado comienza por apretar de forma correcta la broca al porta brocas o introducir a presión el cono morse. Agarrar de una manera correcta la pieza ya que de este paso dependerá parte de nuestro trabajo y sobre todo de nuestra seguridad. Dependiendo del objeto se podrá enganchar con unas mordazas, tornillos de banco, bridas, etc..

Hay que realizar un graneteado en el lugar en el que vamos a introducir la broca ya que si no podría patinar sobre la superficie del material. Antes de practicar un agujero de gran dimensiones es preferible taladrar la pieza con una broca de menor tamaño para que de esta forma no sufra tanto la de mayor diámetro. Otra de las cosas a tener en cuenta y que es muy importante en la velocidad de giro de la broca ya que podremos tanto dañar esta como la pieza a trabajar. La elección de la velocidad se hace mediante polea, engranajes o electrónicamente. 



En función de la velocidad de la broca, el tipo de esta y el material a taladrar obtendremos un tipo u otro de viruta. Conviene que la broca siempre este bien lubricada en caso de ser necesario y que en caso de que la viruta no salga hacia el exterior parar y volver a sacar la broca para posteriormente volver a introducirla. 


Las normas de seguridad hablan sobre que las virutas son altamente cortante, que el portabrocas podría engancharte el pelo, asegurarse de un correcto amarre de la pieza, utilizar todos los epis que sean obligatorios para el uso de esta maquinaria. Precaución si se van a soplar las virutas, precaución con la broca ya que puede estar a muy alta temperatura.




ROSCADO:



Rosca significa que el objeto tiene una configuración helicoidal. en función de donde tenga la rosca podrá ser o tuercas si es interior o bien tornillos si es exterior.






Su aplicación mas importante es como fijación o sujeción en uniones o como transformadores del movimiento.



Una de las cosas que diferencian una rosca de otra es su paso y la distancia que haya de uno a otro. El paso el la distancia que hay de ¨montañita¨a montañita en cada rosca. Para diferenciar los tipos de pasos nos podemos ayudar de un pie de rey o también de un peine de roscas, el peine de roscas es una herramienta que se parece a las galgas de medición, pero en vez de ser láminas de diferentes tamaños, son láminas las cuales tienen diferentes tipos de paso grabadas y que mediante pasa o no pasa podremos hallar cual es el paso de nuestra rosca.





Terraja (cojinete): Roscar un tornillo consiste en eliminar de un trozo cilíndrico de material la parte sobrante entre filete y filete, para que nos entendamos, hacer unos canales sobre el cilindro. La terraja es una tuerca fabricada en acero que tiene unas ranuras longitudinales que juntas forman aristas de corte y que permiten el dibujo del roscado en la pieza cilíndrica en cuestión. 



Macho de roscar: Consiste en una especie de tornillo el cual esta tratado para que sea realmente duro el cual se hará girar sobre un taladro para de esta forma hacerle el dibujo de sus acanaladuras. Es un proceso progresivo por eso se hace en 3 partes y con 3 machos de roscar diferentes, existe un juego para cada diámetro nominal y para cada paso. Prerroscado, roscado medio y acabado. 



Portaterrajas y giramachos (bandeador): Son las portaherramientas que hacen girar a las herramientas mientras dure el proceso de roscado.




El proceso de roscado manual de un tornillo empieza por hacer un achaflanado del extremo de la varilla ya que la terraja no tienes ángulo de incidencia. Lo siguiente que hay que hacer es inmovilizar de forma correcta la pieza y comenzar a girar en el correcto sentido de giro de media vuelta en media vuelta y dar un cuarto de vuelta hacia atrás para cortar y eliminar la viruta que se haya podido desprender. Debido al alto rozamiento es necesaria su correcta lubricación para no dañar los materiales ni las herramientas.



El proceso de roscado manual de un taladro comienza con la preparación de la pieza y para esto hay que practicar un avellanada de 120 grados para evitar las rebabas que se producen en el roscado y para facilitar el centrado y el arranque de la rosca. Para empezar con el proceso tendremos que sujetar de forma correcta y adecuada la pieza que vayamos a roscar.

A continuación el macho de prerroscado mediante el giramachos es introducido, hay que asegurarse en todo momento que la posición de este es perpendicular a la pieza. Debido a que los nuevos machos están fabricados con aceros HSS no es recomendable la vuelta hacia atrás ya que daña la herramienta y hace que envejezca con mayor rapidez. Luego se pasará el segundo macho de roscado y por último el denominado de acabado que tiene un perfil de rosca completamente definido.





Bueno chavales con esto me despido por hoy, la entrada de esta semana ha sido larga pero espero que os haya merecido la pena llegar hasta el final, próximamente os traeré unas entradas prácticas que ya tengo preparadas, por ahora nada más que decir, cuidaros y nos vemos pronto con más!!